La alcachofa es una hortaliza muy digerible y bien tolerada, tanto por personas sanas como por personas enferma. Sus componentes hacen de la alcachofa un autentico alimento medicinal, especialmente indicado en los casos de:
Afecciones del hígado: la cinarina, potenciada por los otros componentes de la alcachofa, produce un intenso efecto colerético (aumento de la secreción biliar).
Afecciones biliares: la cinarina también ejerce, aunque con menor intensidad, una acción colagoga (facilita el vaciamiento de la vesícula biliar).
Afecciones del riñón: la cinarina y las sustancias que la acompañan en la alcachofa, producen un alimento de la diuresis (producción de orina).
Aumento del colesterol: la alcachofa disminuye la tendencia del colesterol a depositarse en las arterias.Diabetes: la cinarina y sus sustancias acompañantes tienen una suave acción hipoglucemiante.
Afecciones de la piel: muchas dermatitis, incluidos los eccemas y las alergias cutáneas, estas desaparecen o mejoran sensiblemente tras estimular los procesos de desintoxicación hepática. El consumo abundante de la alcachofa puede lograr efectos sorprendentes en las afecciones cronicas de la piel.
Para evitar que las alcachofas tomen un color negro debido a la oxidación de sus componentes al contacto con el aire, este mal se puede remediar con agregar en roció el jugo de limón o frotando las hojas de la alcachofa con el limón.
CINARINA, se trata del ácido 1,5-dicafeilquínico, que actúa sobre los hepatocitos (células del hígado) haciendo que estos aumenten su producción de bilis, también actúa sobre las células del riñón, provocando una mayor excreción de orina.