Una hemorragia es una herida o situación que genera pérdida de sangre del cuerpo humano, y que debe identificarse y atenderse rápida y adecuadamente. La hemorragia puede presentarse de dos maneras: de forma interna (se debe a la ruptura de algún vaso sanguíneo en el interior del cuerpo) y de manera externa o por un orificio creado por la ruptura de la piel.
Ahora bien, otro factor que debemos tomar en cuenta, es cuando la hemorragia se debe al daño originado a una arteria, la sangre que fluirá será de color rojo vivo, en gran cantidad y dependiendo del tamaño de la arteria será la fuerza con la que la sangre comienza a brotar del cuerpo humano, por lo que en este caso es de vital importancia trasladar al paciente de manera inmediata a un hospital.
En caso de ser una vena, la sangre que fluirá será de un color rojo más oscuro y la intensidad con la que brota del cuerpo es menor, mas sin embargo también requiere hospitalización medica de manera inmediata ya que puede conducir a una pérdida considerable de sangre.
Primeros auxilios que se deben aplicar
- Mantener a la persona de manera horizontal
- Aplicarle una gasa en la hemorragia y presionar con firmeza por lo menos cinco minutos
- Si se poseen los conocimientos para un torniquete, debe recordarse que se afloja cada diez minutos
- Al estar controlado la hemorragia, acudir inmediatamente a un centro de emergencias
