Una dieta rica en Frutos Secos es muy benéfica para nuestro organismo, evita la aparición de enfermedades intestinales, brindan vitamina E y B, fósforo, potasio, cobre, hierro y selenio, evitando en la persona enfermedades degenerativas como por ejemplo el cáncer.
Almendras, anacardos, avellanas, cacahuetes (denominado en algunos países latinoamericanos como Maní), nueces, pistaches, semillas de Girasol, semillas de sésamo, piñones, castañas, semillas de calabaza, frutas desecadas como orejones de algunas frutas, dátiles e higos secos, entre otros.
Algunos frutos secos pueden producir alergias, por lo que se sugiere que no se consuman si se tienen reacciones secundarias como lo son: Dolor de vientre, diarrea, cambio en la voz, cosquilleo en el paladar o garganta, cambio en la voz o nauseas.
Los frutos secos no son recomendables para personas que con problemas de hipertensión arterial, obesidad o que tengan alguna dieta, así como las personas que son alérgicas a alguno de estos frutos secos.
Recomendaciones para el Consumo de Frutos Secos
1.- No se pueden consumir tiernos porque se corre el riesgo de que contengan sustancias tóxicas.
2.- No compre los frutos secos que presenten moho
3.- Verificar que el fruto no se vea, exageradamente seco, sino que tenga un color normal.
4.- Los frutos secos se deben guardar en recipientes adecuados, en lugares secos y ventilados.