El limón tiene un gran poder curativo si se utiliza solo o combinado con otras cosas. Por ejemplo si lo muele con todo y la cáscara y un diente de ajo, luego mézclelo con un poco de agua y obtendrá un poderoso disolvente de ácido úrico, lo puede tomar en ayunas de preferencia caliente.
El jugo de limón con miel de abeja y agua caliente quita los resfriados y todas las afecciones catarrales. Es bueno para los ojos, ya que si pone solo una gota en su ojo, sentirá de inmediato la mejoría cuando hay infección. Para desterrar catarros poniendo unas gotas en las fosas nasales todos los días es algo extraordinario.
El limón mezclado con aceite de olivo y untado en el cuerpo, baja la temperatura cuando hay fiebre. En esta misma forma lo puede utilizar para conservar su piel tersa y flexible.