Tradicionalmente se ha considerado a las cerezas como una que aporta poco más que sabor y dulzura agradable. Sin embargo, hoy sabemos que en su composición no destaca ningún nutriente en especial, por otro lado los contiene todos en pequeñas cantidades (excepto la vitamina B12). Del 14% de la azúcar que contiene, la más importante es la fructosa, lo cual es un excelente fruto para los diabéticos. Las grasas y las proteínas están presentes en un 1% de cada uno de ellas.
La cereza contiene pequeñas cantidades de vitamina A, B, C y E, así como todos los minerales y oligoelementos: calcio, fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio (este es el más abundante), cinc, cobre y manganeso. La cereza además contiene pequeñas cantidades de otros componentes no nutritivos:
- Ácidos orgánicos; actúan como estimulantes de las glándulas digestivas y como depuradores de la sangre.
- Fibra vegetal de tipo soluble; la mayor parte es pectina.
- Flavonoides; estos proporcionan efectos diuréticos, antioxidantes y anticancerígenos.
- Ácido salicílico; de acción antiinflamatoria y antirreumática.
Es conveniente consumir las cerezas en los siguientes casos:
En la obesidad: para ingerir 360 calorías en forma de cerezas es necesario consumir medio kilo, lo cual llevara unos 15 minutos y des pues de este tiempo sentir una sensación de saciedad lo cual es excelente.
Casos de diabetes: es recomendable consumirla debido a que la mayor parte de la azúcar que contiene s fructosa.
Afecciones crónicas: con sumir en abundancia la cereza es recomendable en todo tipo de enfermedades crónicas, artritismo, gota, reumatismo, arteriosclerosis, estreñimiento, autointoxicación por alimentación, insuficiencia cardiaca, hepatopatías, convalecencia de procesos infecciosos y afecciones cancerosas.
