Almidón y los productos e su descomposición: desxtrina, maltosa y glucosa, estas sustancias son muy asimilables por el organismo.
Fructosa: por esta sustancia hace que la avena sea muy recomendable para personas con diabetes.
Mucílagos: son un tipo de hidratos de carbono que se caracteriza por retener agua. Esto hace que la avena se recomiende en los casos de gastritis y de colitis.
Fibra vegetal: esta hace que tenga un efecto laxante suave, y hace que disminuya el nivel de colesterol gracias a que absorbe y arrastra los ácidos biliares del intestino.
El consumo de la avena resulta indicado en ciertos padecimientos gracias a sus propiedades dieto-terapéuticas como son:
Aumento del colesterol: la composición de grasas de la avena favorece al descenso del colesterol. Este efecto se ve potenciado por la acción del beta-glucano, sustancia que se encuentra sobre todo en el salvado de la avena. El beta-glucano retiene y elimina las sales biliares en el intestino, disminuyendo la absorción de las grasas.
Arteriosclerosis e hipertensión: para el tratamiento y la prevención de estas afecciones es recomendable el consumo de la avena en forma habitual al menos una vez al día.
Diabetes: a pesar de que la avena contiene hidratos de carbono estos son tolerados por los diabéticos, esto se debe a su contenido en fructosa y a los beta-glucanos.
También se recomienda el consumo de la avena en los casos de afecciones del sistema nervioso, nerviosismo, agotamiento mental, insomnio, depresión, afecciones digestivas como (gastritis, úlcera gastroduodenal), colitis.
El agua de avena tiene un efecto equilibrador y tonificante sobre el sistema nervioso. Se recomienda en el caso de nerviosismo y de hipertensión arterial. Esta agua se prepara con dos cucharadas soperas de granos de avena en un litro de agua, colocar al fuego y que hervir durante cinco minutos y después filtrar. Se puede endulzar con miel, el agua se avena se toma como bebida durante el transcurso el día.