La acelga es una de las verduras más antiguas de las que se conocen. Con sus tallos gruesos y blancos, y sus hojas nervudas de color verde brillante. Las acelgas destacan por su contenido en provitamina A y en hierro, las acelgas están indicadas en los casos de:
Obesidad: las acelgas tienen la propiedad de satisfacer el apetito sin apenas aporte energético apenas 20 kcal/100 gr. Las acelgas constituyen un plato ideal, especialmente en la cena, para aquellas personas que desean adelgazar.
Depurativa y alcalinizante de la sangre: esto es debido a su riqueza en sales minerales.
Es digestiva y laxante: recomendable en casos de gastritis, estreñimiento, y hemorroides.
En casos de anemia: es muy conveniente consumir esta verdura debido a su elevado contenido en hierro.
Las acelgas contienen abundante ácido oxálico, por esta razón deben de consumirse con moderación en casos de tener cálculos o litiasis renal.
Consumir las acelgas, hervir las hojas con agua o al vapor luego guisarlas con poco aceite y agregar limón, este constituye un plato saludable y muy ligero.
Las hojas tiernas, se pueden consumir crudas o en ensaladas.
Los peciolos de las hojas (pencas), esta puede resultar ser la parte más exquisita de la planta. Las pencas se preparan hervidas, rebozadas, asadas o formando parte de una sopa de verduras.
El caldo de la acelga, tiene un notable efecto alcalinizante sobre la sangre y los tejidos corporales, debido a su riqueza en sales minerales de reacción alcalina. Por ello, favorecen la eliminación de los residuos tóxicos del metabolismo que son de carácter ácido, como el ácido úrico.
Recuerda que es importante siempre mantener hábitos saludables para mejorar tu salud.
