El melón es hidratante, remineralizante, alcalinizante, diurético y laxante. Sus indicaciones más importantes son:
– Afecciones urinarias. El consumo del melón enriquece la sangre en sales minerales y en vitaminas, y facilita la acción depurativa de los riñones. Después de haber consumido melón, los riñones son capases de eliminar con mayor eficacia las sustancias de desecho y las toxinas que se producen como resultado de la actividad metabólica. Conviene consumir el melón a todas aquellas personas que deseen fortalecer la importante función, especialmente a los que padecen:
- Insuficiencia renal en su grado inicial.
- Cálculos renales en especial cuando son de tipo úrico, el melón aumenta la solubilidad de las sales ácidas y facilita la disolución y su posterior eliminación.
- Infecciones urinarias (pielonefritis y cistitis), aunque el melón no es una antiséptico urinario, por su acción alcalinizante de la orina puede frenear la proliferación de los gérmenes coliformes (Eschericha coli y similares) estos necesitan un medio ácido para su reproducción.
– Exceso de ácido úrico, manifestado por artritis úrica y gota.
– Estreñimiento crónico debido a pereza intestinal.
– Estados de deshidratación a acompañada de pérdida de minerales, como ocurre en diarreas, sudoración abundante o crisis febriles. Aunque el melón es laxante, puede administrarse sin problemas en caso de diarrea por gastroenteritis.