Este tipo de fármacos se pueden encontrar con ingredientes naturales, pero ninguno es puramente natural y por lo mismo se puede convertir en una adicción.
Al utilizar un calmante cuando es un problema mínimo, por ejemplo, el insomnio, sus efectos son inmediatos y es tanta la satisfacción de la persona al conseguir el sueño, que al siguiente día vuelve a tomar el medicamento y así sucesivamente. Estos medicamentos necesitan una receta médica para tener la dosis controlada, pero algunos sitios lo venden sin receta y puede provocar grandes adicciones.
Sí es muy necesario tomar calmantes, entonces hay que ingerirlos únicamente el tiempo que estableció el médico, puesto que si esto prevalece, cuando se intente dejar se causara una falta de sueño o el problemas mayores, por lo que se tendrá que regresar al medicamento, y muchas veces más potente, todo dependiendo el estado anímico de la persona.