Como sabemos, la cafeína es el estimulante más común en nuestra sociedad occidental. La cafeína está presente en el café, té, cacao, chocolate y refrescos de cola, además de gran cantidad de estimulantes y medicamentos, como los analgésicos, que no requieren receta médica.
Se ha estimado que el consumo promedio diario de cafeína por persona es de 150-225 mg, 75 por ciento de los cuales proceden del café. Una taza de café contiene 50-150 mg de cafeína, mientras que una taza de té contiene cerca de 50 mg y una lata de refrescos de cola de 180 mililitros contiene cerca de 35 mg.
Síntomas del Cafeinismo
Sin embargo el consumo de cafeína de quienes lo beben en grandes cantidades es mucho mayor, ¡en algunos casos pueden hasta 7,500 mg al día! El consumo excesivo y prolongado de café puede causar síntomas de “cafeinismo“, como ansiedad, nerviosos, insomnio, estreñimiento, micción frecuente, ulceras duodenales, colesterol alto, hipertensión y trastornos cardiacos; también se cree que está implicado en la propensión a bultos, incrementa el riesgo de abortos. Las personas que son sensibles al cafeísmo pueden exhibir algunos de esos síntomas desde una cantidad tan pequeña como dos tazas de café al día.
Además, la cafeína inhibe la absorción de hierro, fomentando la anemia, puede crear de inositol y calcio, ya que interfiere con su absorción, y, ya que eleva el nivel de colesterol puede incrementar la susceptibilidad a los ataques cardiacos.
El café no se recomienda para personas con gota o con cálculos renales. La cafeína contiene purinas que se descomponen en el cuerpo en acido úrico lo que favorece en la formación de cálculos renales y cristales de gota.
Aplicaciones Benéficas del Café
Sin embargo, hay dos maneras de aplicación del café en las cuales puede ser benéfico: un cataplasma de café húmedo molido puede ayudar a curar magulladuras y alivia los efectos de las picaduras de insectos, también se puede utilizar terapéuticamente en enemas.