La cebolla como otras plantas aliáceas (puerros y ajos), se pueden considerar como alimento medicinal el cual ayuda a combatir, prevenir y curar las afecciones respiratorias, además de otorgar vigor y salud. En estos días, la cebolla continúa siendo uno de los alimentos con mayor poder curativo.
Propiedades:
Ningún nutriente de la cebolla destaca cuando se examina su composición. Las 38kcal/100gr que aportan producen en mayor parte glucosa, sacarosa y otros hidratos de carbono. Las proteínas están presentes en 1.16%, el porcentaje de la grasa es apenas de 0.16%. Las vitaminas B están todas presentes con la excepción de la B12, lo mismo ocurre con los minerales. Las sales minerales de la cebolla se convierten en carbonatos de reacción alcalina la pasar a la sangre.
La cebolla es muy rica en sustancias no nutritivas dotadas de una gran actividad fisiológica:
- Aceites esenciales: responsable del olor.
- Flavonoides: favorece a la circulación de la sangre impidiendo la formación de coágulos. Al aceite esencial y a los flavonoides se les atribuyen las propiedades: antibiótica, pectoral, antiasmática, protectoras del corazón de arteria, diuréticas y antitumoral.
- Enzimas: rica en sustancias enzimáticas (oxidasas y diastasas).
- Glucoquina: reduce el nivel de glucosa en la sangre.
- Fibra vegetal: disminuye la absorción de colesterol, retrasa el paso de la azúcar a la sangre.
Se han descrito muchas propiedades medicinales de la cebolla, sin embargo, solamente se mencionaran las aplicaciones dieto-terapéuticas que han sido investigadas y probadas científicamente. Afecciones respiratorias, asma bronquial, arterosclerosis y afecciones coronarias, el agua de cebolla reduce el nivel de triglicéridos en la sangre, afecciones renales, diabetes, afecciones hepáticas, cáncer.
Esa bien justificado el consumo de cebolla como preventivo y como complemento en el tratamiento en ciertos tipos de cáncer, como el de estomago y de colon.