La sensación que sientes si tienes agua atrapada en tu oído es muy desagradable, esto se debe a que la parte del conducto auditivo donde se quedo el líquido corre hacia abajo y hacia atrás y la gravedad impide que pueda desalojarse. Una sencilla solución a este problema es secar primero tu oído con mucho cuidado, luego inclina tu cabeza hacia el hombro del mismo lado del oído afectado, trata de jalar hacia abajo el lóbulo de la oreja con tus dedos índice y pulgar, ten la seguridad que esto ayudara mucho más que si golpeas tu cabeza o golpeas tu oído, mejor pon en práctica este sencillo consejo y te quedarás sorprendido por los resultados.