La manera más rápida de detener el sangrado, es aplicar presión directamente sobre el raspón o herida. Necesita colocar una gasa sobre la cortada y oprima su mano firmemente contra la herida. Si no tiene una tela, utilice sus dedos. Por lo regular esto detiene la hemorragia al cabo de unos minutos.
Si la sangre se filtra a través de la gaza o venda vuelva a presionar fuerte, hasta que logres de tener el sangrado. Si esto no secede debe acudir de inmediato al medico.