Para que se forme un divertículo es preciso que ocurran dos factores al mismo tiempo:
- Que exista un punto de debilidad en la pared intestinal.
- Que se produzca un aumento en la presión en el interior del intestino. Esto es lo que ocurre cuando las heces son pequeñas y duras, y los músculos de la pared intestinal tienen que contraerse frecuentemente para hacerlas avanzar en su recorrido.
Los alimentos que se recomiendan, reducen el riesgo de que se formen los divertículos, o que estos aumenten en número si ya existen. Sin embargo, estos no desaparecen con la alimentación una vez que son formados. Es necesario aumentar el consumo de agua, fibra, cereales integrales, fruta con cascara, verduras y legumbres. Por otro lado el consumo abundante de productos refinados en azúcar y pan blanco y pobres en fibra favorece la formación de divertículos intestinales.
Cuando los divertículos se inflaman debido a que en ellos quedan restos de heces, se produce una enfermedad grave llamada diverticulitis. Esta es una complicación de la diverticulosis la cual debe ser tratada en un hospital y con una dieta absoluta y rigurosa, está en ocasiones requiere de una intervención quirúrgica.